domingo, 22 de diciembre de 2019

El fandango de Valverde de Pichardo


Urbano López Feria, Pichardo

"El fandango de Valverde que se canta hoy es el mío"


Con la copa del tercer premio que ganó en el Concurso de Fandangos de Radio Nacional de España en Huelva, en 1956.

       
         Urbano López Feria, conocido por todos como Pichardo, es el único representante vivo que tomó el relevo, cuando joven, del fandango de El Gatillo. En la actualidad, la versión que se canta del fandango de Valverde es la suya. Valverdeño de nacimiento y de sociología, cantaor no profesional enamorado del flamenco, vive en su casa de la calle Carretera de Calañas y recuerda con satisfacción su gesta en aquel concurso de mediados del siglo XX que revivificó al fandango de manera extraordinaria. Sin duda, para su condición de aficionado debió ser uno de los acontecimientos más importantes de su vida.
              
               Pichardo es el segundo apellido de su padre, pero Urbano lo ha llevado siempre casi como un apodo: a él le dicen Pichardo, a sus hijas las conocen en el pueblo como Pichardas, Pichardillas... 

               -. Se nos quedó Pichardo a toa la familia.

               Moreno, de baja de estatura pero de porte airoso y con una envidiable agilidad mental a sus 85 años, desde las paredes y los muebles de su casa reclaman la atención del visitante una serie de fotografías que dan fe de sus andanzas flamencas. Y, entre todas, las más destacadas refieren momentos de aquel Concurso de Fandangos de Radio Nacional de España, edición de 1956, en la que ganó el tercer premio. Era por entonces un joven aficionado con 25 años de edad.

               Reparamos en otras fotos, que dan fe también de la vida de este artista popular polifacético:

               -. Esta otra es de un trío que tuvimos antes, que ya han muerto dos de ellos... Éramos el trío Urbedo: Urbano, Bermejo y Domínguez, que fuimos a cantar a las Colombinas y al Gran Teatro de Huelva... También fui vocalista de la orquesta Flo... Y aquí en ésta estoy con el guitarrero que me tocaba en el concurso, Rafael Rofa hijo.

               Cantó mucho cuando joven, y no solo por fandangos, también por seguiriyas, por soleá, por bulerías, dentro y fuera de Valverde.



-. Yo trabajaba en una panadería, y cuando salía me encontraba en la puerta de mi casa la pizarra puesta anunciando  "Pichardo y Salvador Raimundo, el guitarrero, en el festival de tal"... Aquí había dos señoras, que ayudaban en cuestiones de caridad que eran las que venían a mi casa a pedirme que cantara a beneficio de esto o de lo otro...
              
Con Miguel Ángel Fernández, autor de este reportaje

No llegó a grabar discos; después del premio conseguido en el Concurso de RNE recibió el ofrecimiento de grabar algo en Barcelona, pero no se concretó en nada. Solo quedan vídeos domésticos de alguna actuación suya, ya de mayor, en el homenaje que le tributaron en 2001. 



¿QUIÉN ENSEÑÓ A PICHARDO EL FANDANGO DE EL GATILLO Y QUÉ VARIANTES LE APLICÓ?
              
               Cuando se preparaba para participar en el Concurso de RNE, unos amigos aficionados le sugirieron que cantara el fandango de Valverde.

                 -. ¿Y ese fandango quién lo sabe?..., preguntó. Y le indicaron la fuente más fiable, que eran varios amigos de El Gatillo que compartían juergas, rondas y ratos de cante con él.

               -. Yo no conocí a El Gatillo, porque él murió en 1929 y yo nací en el año 31... ¿Y quién lo sabe? Pues lo saben Pepe Linares, don Manuel Medina, Alejandro Calero, El Espartero..., los que dicen que salían a rondar con él. Toa esa gente eran amigos de Ildefonso que cantaban. Así que fui a ver a Pepe Linares, que me citó en la taberna El Túnel y me cantó el fandango que le llamaban de El Gatillo. Pero yo lo cambié un poco. Pepe Linares me dijo que lo cantaba así: "Valverde de mis valverdes / Valverde de mis valverdes...", --p'abajo y p'arriba-, "Valverde de mis consuelos, / quién estuviera en Valverde / aunque durmiera en el suelo / ay, debajo de un pino verde"... Pero yo le dije: ¿Y si le doy al segundo tercio p'arriba?, y lo canté elevando el segundo tercio, que hacía al fandango más valiente y más bonito. Y así lo canté. Y la gente de Valverde dice "entonces, Valverde tiene dos fandangos?...", y yo le digo: "No; el fandango de Valverde es el mío, y el otro era el de El Gatillo", que ya no se canta. Y cuando me hicieron el homenaje aquí, hace unos años, le dije a la gente del teatro "voy a cantarles a ustedes el fandango mío y el fandango de El Gatillo", pa que sepan diferenciarlos".
               
        -. O sea -inquiero-, que después de escucharte a tí la gente canta como lo cantaste tú, ¿no es eso?
   
  Interviene Marcelo Palanco y canta el fandango como lo hace Urbano. "Y no me encontré ninguno / y llegué al Calabazar / y no me encontré ninguno / y de regreso p'atrás / eché un rebusco en Panduro / y me los pude encontrar".

                                         Urbano López y Marcelo Palanco
      
         (El buen amigo Marcelo Palanco ha propiciado este encuentro con Pichardo. Es un gran aficionado, peñista, hombre del flamenco. Formó parte del grupo de sevillanas "Los del Camino" y participó en el disco ‘Valverde canta por fandangos’, que grabó la Peña de su pueblo,  interpretando él varios cortes de fandangos que siguen la versión de Pichardo. Marcelo tiene historial, aunque en estos tiempos quizás sea más conocido como padre del fino guitarrista clásico y flamenco de su mismo nombre, Marcelo Palanco. Cosas del transcurrir del tiempo, que los hijos brillantes le dan la vuelta a la costumbre y acaban rebautizando a los padres).

               - . El mío es un fandango ligao. Recuerdo que a Pepe Linares le gustó el segundo tercio mío porque le daba al fandango más brío, era más valiente. (Se le agolpan los recuerdos). Me acuerdo que una de las veces que fui a cantar me dijo Juanini, que es un tunante, "hoy voy a cantar el fandango de Valverde mejor que tú", y yo le respondí: eso es lo que yo quiero, que se extienda el fandango de mi pueblo. ¿Y qué cantó? Pues el fandango mío. Y yo le canté a él después el de El Gatillo.


¿COMO ERAN AQUELLOS CONCURSOS DE RNE?
              
               -. El concurso antes no era como los de ahora, que en un fin de semana se celebran y se resuelven. Aquello duraba cuatro meses en fases clasificatorias. Cuando yo intervine éramos 115 concursantes. Íbamos diez todos los jueves, de los que se clasificaban cinco. Duró cuatro meses y la final se celebró en el Teatro Mora... Que, por cierto, esa final la hicieron mu malamente, porque el concurso anterior, cuando cantó Paco Toronjo, la votación era popular, la hacía el público, que fue cuando Paco cantó aquella letra que decía "Se desplazaron a Huelva / pa celebrar la final / trescientos de Punta Umbría, / yo del Alosno na más. / Qué pena de tierra mía".

               Y explica la diferencia con la final en la que él participó:

               -. En mi concurso no hubo votación popular. Yo creí que iba a cantar a la final, pero cuando me llamaron fue para hacerme entrega de los premios. A mi dieron el tercero. Pero, claro, como el público esperaba que fuera por votación, empezaron a protestar... El segundo fue Sousa Castillo, de Isla Cristina, y el primero fue Rafael Acosta Merchán, uno que estaba colocao en la Diputación, que yo después no he escuchado cantar nunca más a ese chaval.

               Me muestra un reloj de oro Cauny Prima, que lo regalaba la joyería Regente para premiar la mejor letra de fandango. Todavía está funcionando. Urbano recuerda aquel momento.


-. Yo, cuando terminé de cantar me fui a tomar un bocadillo y una cerveza al bar y me llamaron "Urbano,  que te llaman al escenario". ¿Para qué, si yo he terminao ya?, dije. Subí y me dieron este reloj... Que yo no sé si fue para premiar la mejor letra o para acallar las protestas del público. No sé... La letra mía era "No castigues, arriero, / a ese caballo castaño, / que antes fue bueno y ligero./ Hoy no puede con los años / y te dio a ganar dinero".

-. Ese fandango lo cantó luego Pepe Toronjo, ¿verdad? -tercio yo.

               -. Sí; luego lo grabaron también Juanito Valderrama, El Cabrero..., unos pocos.



¿Y CÓMO CANTAN LOS VALVERDEÑOS SU FANDANGO HOY?
       
               Urbano lo tiene muy claro. Responde de inmediato, categórico:

             -. Como lo canto yo. Siempre. Algunas veces le meten un par de 'ay', como lo hacía El Gatillo, en el segundo y al final del quinto tercio, pero se suele cantar como lo hago yo.

               Marcelo Palanco insiste en que él y toda su generación aprendió el fandango de Valverde como lo hace Pichardo.

               Pregunto ahora por el llamado 'fandango de Gorito', que lo grabaron Los Rocieros como un estilo valverdeño más en una de sus antologías.  

               -. ¿Quién es ese Gorito?, responden los dos al unísono. Nadie conoce un estilo de Gorito en Valverde, al parecer. Marcelo concreta que en su momento advirtió a Antonio González El Raya que debía respetar los cantes de Valverde tal como son entendidos y cantados en su pueblo, sin invenciones ni aportaciones extrañas. 



EL HOMENAJE QUE LE TRIBUTARON SUS PAISANOS EN 2001.

               El día 7 de abril de 2001, le rindieron un homenaje, con el apoyo del ayuntamiento de la villa. Le hicieron varios regalos. Para celebrar la efemérides,  la caldera de la firma Zarza Mora fabricó dos mil litros de aguardiente en una serie limitada de botellas: la identificada con el número 1 fue para él y la guarda intacta.



-. Como meloja tiene que estar, porque el aguardiente cuanto más viejo más rico...

Le pregunto por la juventud, que me diga si los jóvenes aficionados hablan con él, si le preguntan cosas del fandango, del cante, de sus experiencias. Nada. Como en todas partes, los jóvenes miran escasamente hacia el pasado, aunque en el flamenco, tratándose de un arte de raíz, la memoria constituye      -o, al menos, debe constituir- una fuente de obligada consulta y enriquecimiento. 

 -. La gente joven de Valverde no tiene interés por el flamenco. La Peña El Gatillo se aburrió por eso, porque no íbamos na más que nosotros, siete u ocho. Y cerrada está... Yo lo que les aconsejo a los jóvenes es que cultiven el fandango, que lo canten.

               Confiesa su admiración por el cante de Paco Toronjo, por sus fandangos valientes, y recuerda con emoción contenida momentos vividos y el día su entierro en Alosno.

               -. Ahí no hay quien llegue. A Paco no hay hoy quien llegue...

               Ya sus facultades no son las de antaño, pero se arranca con decisión, así entre nosotros, con los fandangos que cantó en 1956 en el famoso Concurso.

               -. "A ese caballo castaño / no le pegues, arriero...".  Y "Valverde de mis valverdes..."

               Recalca Marcelo Palanco, finalizando este encuentro con su maestro Urbano López, que los valverdeños deben sentirse muy orgullosos, porque ha sido Pichardo el que ha mantenido vivo el fandango de Valverde. Y Urbano asiente con la cabeza, humilde pero convencido de que así ha sido. Y por muchos años así seguirá siendo.



MIGUEL ÁNGEL FERNÁNDEZ BORRERO

En el Andévalo, 16 diciembre 2019.












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