viernes, 4 de diciembre de 2015

Laura Vital, "Tejiendo lunas"

   
    Laura Vital es una veterana en las lides flamencas: lleva en esto desde que era niña, proviene de una familia de larga tradición flamenca,  la han reconocido con muchos premios importantes y tiene formación universitaria.  Sus conocimientos los avalan ser profesora  (primera profesora titulada)  en la especialidad de Cante Flamenco en el Conservatorio de Sevilla , y  sus enseñanzas del cante, como profesora también durante ocho años en la Fundación Cristina Heeren.  

    (No es posible tener  perspectiva del presente.... viviendo en el presente. Pero mi intuición me dice que los aficionados de dentro de 25 años tendrán que agradecerle mucho, muchísimo a cantaoras como Argentina, Marina Heredia, Tomasa la Macanita, Virginia Gámez, ...que han optado por la tradición del cante...  Y a Laura Vital. Ellas son cuidadoras, amadoras del flamenco tradicional hasta la renuncia a aventuras musicales seguro que  más rentables económicamente).

    Cuando escuchas los temas de "Tejiendo lunas" sabes de un golpe dos cosas; una, que no vas a encontrar fallos, porque el cante fluirá medido y ortodoxo por los moldes de su arquitectura. Y dos, que  vas a terminar prendido en su cante, no sólo porque es de ley, sino porque te atrapa su diáfana,  ponderada y arrulladora melodía.

    "Tejiendo lunas" es una obra cuajada de intenciones, sin rellenos de ocasión; es una obra trabajada a conciencia. Y la suya es la manera de cantar que nos cautivó siempre: la voz  cercana y natural, sin estridencias, porque, como decía Manolo Caracol "el cante no es para sordos", no hay que gritarlo, sino decirlo.  El de Laura  es una invitación a degustar la miel cantada, a recrearse en la limpieza de un canto sin trucos ni pasadizos ocultos. Claridad. Por eso cuando 'gaditea', cuando pasea la voz por los aires marinos de su litoral y por la impresionante memoria flamenca  del Gades de la historia, desde lo remoto a lo presente, percibes la dulzura de su voz  como una bandera ondeando fresca y a compás por el territorio de las cantiñas.

    Nos abre ventanas a otros paisajes musicales; algunos son nuevos, y otros poco frecuentados: una canción romaní, la moashara, la canción de los gitanos, las rosas, la zarabanda, la nana que tanto  recuerda a La Argentinita con el piano de Federico García Lorca...  Y un grato recuerdo al cante por las bulerías que conocemos de Juana la madre de Camarón, gracias a ese monumento flamenco que construyó en su dia RTVE llamado "Rito y geografía del cante", del querido amigo José María Velázquez-Gaztelu.

    Hay todo un armazón cultural en esta obra,  una invitación a ampliar el arco de la mirada flamenca a la cultura mediterránea y otros  parentescos cercanos. "El hombre es todos los hombres", decía Octavio Paz, y la música es todas las músicas, porque todas se dan la mano y porque, como dice Jorge Pardo, el más reciente Premio Nacional de las  Músicas actuales  -otra cita, vaya; disculpen-  "a la música no se le pueden poner tabiques".  Pero sí memoria, fuente y venero,  que en el flamenco es cimentación y garantía..  
    
    Laura Vital es profesoral, controla su pasión flamenca para que los palos no se salgan del canon, de la horma enciclopédica que la tradición ha conformado.  Es una gran cantaora que reúne conocimientos, que da pasos  con fundamento hacia campos nuevos con un sentido de la responsabilidad que tal vez la frena. Pero ella sabe bien que el caballo del cante tiende a desbocarse, a poco que le des espuela. Y algún día, cuando ella quiera,  se abandonará asida a sus crines hasta desembocar en su frenesí hasta lo más jondo.  



No hay comentarios: