Con el flamante CD "Romances de Alosno", no sabe
uno qué hacer primero, si felicitar a Jeromo Segura por lo bien que le ha
quedado... o agradecerle que haya tenido esta iniciativa de rescate del
folclore. Quizás las dos cosas a la vez, porque este disco es un doble acierto:
primero, está tratado y cuidado con todo el amor y el respeto posibles, y
segundo, porque saca el rico paño del arca y lo revivifica.
El folclore es un patrimonio que necesita ser recordado cada
cierto tiempo para que las nuevas generaciones lo mantengan vivo. Cada
veinticinco o treinta años, las viejas coplas populares necesitan de una voz
que, respetándolas, las extraiga de la memoria de quienes las atesoran y
queden aseguradas para el relevo, para conocimiento y disfrute general.
Y eso es lo que ha hecho Jeromo Segura: desempolvar una joya
etnográfica que grabó Manuel Garrido Palacios con gente de Alosno en 1981,
"Alosno, la voz antigua", y cantar de nuevo la mayor de las coplas,
tonás y romances que figuraban en aquella impagable obra de su folclore
popular.
Jeromo es un flamenco estudioso, trabajador, apasionado con todo
lo que hace y muy especialmente con el patrimonio musical de Huelva y su
provincia. Ha puesto ilusión y entusiasmo, ha trabajado durante un par de años
en el acopio de información y ha ido sorbiendo los ambientes y la personalidad
del Alosno, el pueblo que mantiene viva la mayor riqueza folclórica de
España. ¡Otro más que se suma, fascinado
por su tesoro musical y su magia, a la cofradía de los seguidores alosneros. Bienvenido!
Si vale el símil, el folclore es como un papiro al que hay
que tratar con sumo cuidado, porque siempre existe riesgo de quebrarlo, de desvirtuar los
cantos tradicionales, la música de raíz, si el intérprete sucumbe a la
tentación de "aportar" algo nuevo. No es el caso. Jeromo ha sido consciente de que estaba
manejando una música cuajada de tradición y ha respetado escrupulosamente el aire popular, coral y sencillo que la caracteriza.
El pueblo canta para exteriorizar emociones, deseos,
devociones, leyendas.... Lo más importante no es el lucimiento individual, sino
el grupo. Aquí, Jeromo ha sido pueblo. Y que un cantaor flamenco se someta al
elemental canon popular y decline dejar su impronta personal en una obra, es
para reconocérselo. Las generaciones más jóvenes que quieran conocer este
tesoro musical, encontrarán una fidelidad muy notable entre las coplas del disco
y los cantos populares originales.
Y luego está el efecto expansivo que seguirá a esta obra,
efecto proporcional a la dimensión del artista que la canta y a los lugares del
mundo donde la pregone. Un ejemplo: "Calle Real..." es un fandango
cané super conocido, que ya existía a principios del siglo XX, pero su proyección mundial se la
dió Camarón de la Isla en los años 80... Pues al mundo saldrán también algunos
coplas de este "Romances..." cuando Jeromo Segura las cante -él lo ha
anunciado- para el baile de Eva Yerbabuena por los países por los que se pasean
exhibiendo el mejor flamenco. Este es un valor adicional nada desdeñable de esta
obra.
Mención específica merece la aportación musical del
guitarrista cerreño Joaquín Brito que, desde su conocimiento y sus vivencias del
folclore andevaleño, ha tejido una urdimbre de finísimo acompañamiento, lleno
de buen gusto y con la musicalidad justa. Ser tan delicado y exquisito es el fruto
de sus vivencias educacionales, tan marcadamente andevaleñas como las que Brito
ya nos ha dejado para los cantes del camino de San Benito y otras piezas
folclóricas de El Cerro.
Y luego están, por buscarle el lado anecdótico, los detalles
menores. Los viejos lugareños, que por edad y experiencias sabemos cómo se
practicaban las faenas agrarias, percibiremos enseguida que el compás de las
esquilas en el cante de trilla no se
corresponde con la cadencia que marcaban las de las bestias trillando en la
era..., pero esos detalles de precisión son ya desconocidos para las nuevas generaciones,
que todo lo más han visto trillar en
videos de Youtube, si acaso. Arqueología agraria... Como las tonás de quintos,
que ya ni existe la talla ni los quintos ni la "mili"... ¡O témpora o
mores!
Todo el disco es una preciosidad... Escúchenlo con gusto,
porque es una riquísima lección de música popular, de la voz de la gente común
que sigue sonando en la historia y de la que Jeromo se ha erigido en
continuador y pregonero...
Y si admiten una sugerencia, oigan con calma la "Nana
de las coplas del Niño", seguramente la más preciosa nana que hayan oído
en sus vidas.
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