miércoles, 3 de agosto de 2016

Romances de Alosno


Con el flamante CD "Romances de Alosno", no sabe uno qué hacer primero, si felicitar a Jeromo Segura por lo bien que le ha quedado... o agradecerle que haya tenido esta iniciativa de rescate del folclore. Quizás las dos cosas a la vez, porque este disco es un doble acierto: primero, está tratado y cuidado con todo el amor y el respeto posibles, y segundo, porque saca el rico paño del arca y lo revivifica.

El folclore es un patrimonio que necesita ser recordado cada cierto tiempo para que las nuevas generaciones lo mantengan vivo. Cada veinticinco o treinta años, las viejas coplas populares necesitan de una voz que, respetándolas, las extraiga de la memoria de quienes las atesoran y queden aseguradas para el relevo, para conocimiento y disfrute general.

Y eso es lo que ha hecho Jeromo Segura: desempolvar una joya etnográfica que grabó Manuel Garrido Palacios con gente de Alosno en 1981, "Alosno, la voz antigua", y cantar de nuevo la mayor de las coplas, tonás y romances que figuraban en aquella impagable obra de su folclore popular.

Jeromo es un flamenco estudioso, trabajador, apasionado con todo lo que hace y muy especialmente con el patrimonio musical de Huelva y su provincia. Ha puesto ilusión y entusiasmo, ha trabajado durante un par de años en el acopio de información y ha ido sorbiendo los ambientes y la personalidad del Alosno, el pueblo que mantiene viva la mayor riqueza folclórica de España.  ¡Otro más que se suma, fascinado por su tesoro musical y su magia, a la cofradía de los seguidores alosneros. Bienvenido!

Si vale el símil, el folclore es como un papiro al que hay que tratar con sumo cuidado, porque siempre existe riesgo de quebrarlo, de desvirtuar los cantos tradicionales, la música de raíz, si el intérprete sucumbe a la tentación de "aportar" algo nuevo. No es el caso. Jeromo ha sido consciente de que estaba manejando una música cuajada de tradición y ha respetado escrupulosamente el aire popular, coral y sencillo que la caracteriza.

El pueblo canta para exteriorizar emociones, deseos, devociones, leyendas.... Lo más importante no es el lucimiento individual, sino el grupo. Aquí, Jeromo ha sido pueblo. Y que un cantaor flamenco se someta al elemental canon popular y decline dejar su impronta personal en una obra, es para reconocérselo. Las generaciones más jóvenes que quieran conocer este tesoro musical, encontrarán una fidelidad muy notable entre las coplas del disco y  los cantos populares originales.  

Y luego está el efecto expansivo que seguirá a esta obra, efecto proporcional a la dimensión del artista que la canta y a los lugares del mundo donde la pregone. Un ejemplo: "Calle Real..." es un fandango cané super conocido, que ya existía a principios del siglo XX, pero su proyección mundial se la dió Camarón de la Isla en los años 80... Pues al mundo saldrán también algunos coplas de este "Romances..." cuando Jeromo Segura las cante -él lo ha anunciado- para el baile de Eva Yerbabuena por los países por los que se pasean exhibiendo el mejor flamenco. Este es un valor adicional nada desdeñable de esta obra.   

Mención específica merece la aportación musical del guitarrista cerreño Joaquín Brito que, desde su conocimiento y sus vivencias del folclore andevaleño, ha tejido una urdimbre de finísimo acompañamiento, lleno de buen gusto y con la musicalidad justa. Ser tan delicado y exquisito es el fruto de sus vivencias educacionales, tan marcadamente andevaleñas como las que Brito ya nos ha dejado para los cantes del camino de San Benito y otras piezas folclóricas de El Cerro.

Y luego están, por buscarle el lado anecdótico, los detalles menores. Los viejos lugareños, que por edad y experiencias sabemos cómo se practicaban las faenas agrarias, percibiremos enseguida que el compás de las esquilas en el cante de trilla  no se corresponde con la cadencia que marcaban las de las bestias trillando en la era..., pero esos detalles de precisión son ya desconocidos para las nuevas generaciones, que todo lo más  han visto trillar en videos de Youtube, si acaso. Arqueología agraria... Como las tonás de quintos, que ya ni existe la talla ni los quintos ni la "mili"... ¡O témpora o mores!     

Todo el disco es una preciosidad... Escúchenlo con gusto, porque es una riquísima lección de música popular, de la voz de la gente común que sigue sonando en la historia y de la que Jeromo se ha erigido en continuador y pregonero...


Y si admiten una sugerencia, oigan con calma la "Nana de las coplas del Niño", seguramente la más preciosa nana que hayan oído en sus vidas.  

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