miércoles, 16 de noviembre de 2016

El Flamenco en la escuela

Comunicación sobre "El flamenco en la escuela" al Congreso Internacional de Peñas Flamencas
Torrox (Málaga), 4, 5 y 6 noviembre 2016
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Mi propósito es hablarles a ustedes de la situación del flamenco en los colegios andaluces, de cómo evoluciona su enseñanza en la escuela.

El asunto es importante, porque tenemos alrededor de 1.900.000 estudiantes, entre primaria, secundaria y bachillerato, que se educan en los casi 4.900 colegios e institutos públicos que hay en Andalucía y que constituyen la base joven de la que saldrá la afición del futuro. De su educación se encargan unos 120.000 profesores.

Que el flamenco es cultura, y que es importante, lo ilustra este simple dato: en Google, la palabra flamenco aparece en 52.700.000 referencias.

¿Reciben formación sobre el flamenco los niños andaluces?, ¿en cuántos colegios hay presencia del hecho cultural flamenco durante todo el curso? ¿Hay profesores preparados para enseñarlo? ¿Nos parece bien, nos interesa que nuestros chicos reciban cultura flamenca?

Vamos a dar un repaso al tema para situar la cuestión.

Aunque parezca una pregunta obvia.., lo primero es asegurarse  de si  el flamenco es un bien cultural que hay que proteger y enseñar...
... Y parece claro que sí lo es; sobre todo, de un tiempo a esta parte, a lo que ha contribuido  también la declaración de la UNESCO.  El flamenco, que durante muchas décadas fue una expresión popular asociada a la juerga, a la mala vida y a lo más bajo de la sociedad, se ha transformado, alcanzando un reconocimiento como hecho cultural de primer orden en el último medio siglo.

Los flamencos han cambiado en sus maneras, la sociedad ha cambiado en su percepción y el estudio lo ha  convertido en una cultura respetada y admirada en el mundo. Ya casi nadie pone en duda su valor cultural.

Pero no demos todo por logrado, porque todavía hay zonas, reductos sociales en Andalucía y en España en los que se mantienen prejuicios sobre el flamenco y una imagen estereotipada, además de un desconocimiento casi generalizado.

Desde el ordenamiento jurídico andaluz sí que se trata al flamenco como una cultura protegible, desde luego que sí. El flamenco figura como bien cultural protegido en el Estatuto de Autonomía de Andalucía, que en su artículo 68, referido a la cultura y al patrimonio, adquiere un compromiso político claro y específico: "Corresponde a la Comunidad Autónoma la competencia exclusiva en materia de conocimiento, conservación, investigación, formación, promoción y difusión del flamenco como elemento singular del patrimonio cultural andaluz".

(Recordemos  que ese afán exclusivista de la Junta fue denunciado en su día por otras Comunidades que también viven y aprecian al flamenco, como Extremadura, Madrid, Barcelona y Murcia. Es evidente que lo que abarca este artículo excede a lo que un gobierno regional puede o debe hacer con un elemento cultural como el flamenco.  Pero, en todo caso, así está recogido el compromiso: competencia exclusiva , y eso obliga a la Junta de Andalucía).

La Ley de Educación andaluza que estableció la inclusión de la didáctica del flamenco en los centros educativos es de 2007.

Llevar el flamenco a la escuela no es un interés nuevo..,
... pero es verdad que ese proyecto ha tenido fases más intensas y otras más tibias  en los casi 35 años de gobiernos autonómicos. Ha habido tiempos de un interés más intenso y otros de menor interés. En la actualidad, hay un empeño decidido por parte de la Consejería para intensificar su presencia en el sistema educativo.

Para algunos profesores, su empeño fue iniciativa personal y comenzó hace 40 años o más. Pero, por circunscribirnos al período desde que tenemos gobierno regional (desde 1982)  y las competencias sobre la educación, hay profesores que trabajan con esa ilusión desde comienzos de los años 80,  aprovechando cualquier oportunidad que los centros les han permitido para hablarles a los escolares de nuestro arte y su cultura.

Pioneros destacados en ese empeño han sido, entre otros,  el cantaor y maestro Calixto Sánchez, que comenzó iniciando en el compás  a los niños de su clase... y que, en una iniciativa excepcional, apoyada por Antonio Rodríguez Almodóvar cuando fue Director General de Promoción Educativa en la Consejería de Educación, obtuvo una comisión de servicio para viajar por las escuelas andaluzas con la misión de formar a profesores para que enseñaran flamenco en sus colegios. Pero aquella iniciativa duró poco y ese programa formativo iniciado por Calixto no tuvo continuidad, debido a la falta de apoyo y de financiación pública.

Entre los pioneros hay que mencionar también a veteranos docentes como Manuel Herrera, director de un centro escolar en Los Palacios, co-autor de un proyecto didáctico para primaria, "Música a compás.  Del flamenco a todas las músicas",  y actual responsable del ciclo "Conocer el flamenco", de Cajasol.
(Calixto Sánchez y Manolo Herrera fueron reconocidos el año pasado con sendos premios de la Consejería por su labor para introducir el flamenco en las aulas).

Y a un veterano luchador de esta causa, a Miguel López Castro, director de un colegio de Totalán, de Málaga, con treinta años en su haber llevando el flamenco a las aulas, premiado igualmente el pasado año en la modalidad de reconocimiento de experiencias y buenas prácticas docentes; y a Faustino Núñez, autor de todo un método de enseñanza, y a Paco Vargas...

Hay muchos otros nombres de relieve  en ese empeño de acercar el flamenco a los escolares: Juan José Domínguez en un Centro de Educación Especial de Jerez; José Cenizo con su propuestas interdisciplinares desde la literatura; Ricardo Rodríguez Cosano (ya fallecido); José Luis Rodríguez Ojeda; Cati León con su labor y sus propuestas desde los Centros de Profesores;; Julián Grande González, premio Joaquin Guichot de experiencias educativas  "El flamenco en el aula"... y, en fin,  a bastantes maestros más que de manera más altruista que incentivada han seguido esa línea por amor al arte, como bien se puede calificar su actitud. Ellos han ido sembrando afición y conocimientos y hay que reconocerles (sus alumnos lo harán cuando crezcan y valoren a sus maestros) la decisiva contribución que han aportado a las nuevas "vocaciones" flamencas.

Es muy importante destacar que las obras pedagógicas que estos señores han construido son un magnífico material didáctico que está y queda a disposición de toda la comunidad educativa para poder desarrollarlo en cualquier colegio. 

Pero si hablamos de generalizar la presencia del flamenco en todos los colegios andaluces es imprescindible dar solución a esta cuestión básica: ¿Cómo se va a preparar a los profesores para que puedan impartir la didáctica del flamenco en las aulas? El asunto es decisivo,  sin duda...

Según me he informado, desde hace dos años se vienen celebrando,  en todas las provincias andaluzas, unas 
Jornadas Provinciales de Formación a este efecto. En este curso, concretamente, habrá formación específica para los centros participantes y se va a convocar un curso on line sobre Flamenco.

Es oportuno recordar aquí que algunos Centros del Profesorado han sido históricamente muy activos en la convocatoria de actuaciones formativas relacionadas con el Flamenco.

Por otra parte, existe una Comisión de Trabajo, integrada por un grupo de docentes que llevan años trabajando en el aula de Flamenco y cuya labor ha sido fundamental para el objetivo de darle presencia en el sistema educativo.

Pero esta Comisión ha emitido en ocasiones sus quejas por la poca efectividad que suelen tener sus propuestas a la hora de plasmarlas en acciones concretas.

Tomo la reflexión de uno de los profesores más experimentados  y miembro de esta Comisión de Trabajo, el ya mencionado Miguel López Castro: Dice él: "Mientras que el profesorado que tiene que incluir el flamenco en las escuelas no reciba formación inicial en las facultades de Magisterio, en las de Pedagogía, y en otras relacionadas con la docencia, nada de lo que se haga  tendrá sentido. ¿Desde cuándo se hace obligatoria una materia o un bloque de contenidos  sin formar para ello a los docentes?, ¿Podemos imaginar que se impulse el bilingüismo o las TIC sin formar a los docentes?". Ahí queda su pregunta retórica, que lleva implícita la respuesta. Este es un auténtico nudo gordiano para el propósito del llevar flamenco a todas las aulas.

Y hay un escollo adicional para ese objetivo que lo dificulta todavía más de cara al futuro... y es que en los planes de estudio de la Universidad no se recogen contenidos relacionados con el Flamenco, y ese es un hándicap importante para los nuevos docentes.

Bien; hemos hablado de la Administración. Pero veamos cuál es el interés de las otras dos partes de la comunidad educativa: los padres y los profesores...

Por lo que respecta a los maestros, sólo un porcentaje muy reducido secunda con interés esta iniciativa. La magnífica obra de unos cuantos profesores no puede llevarnos a la errónea conclusión de que en el magisterio andaluz hay una verdadera devoción por el flamenco. No es verdad.  El flamenco interesa a una minoría de profesores; una minoría muy activa y muy apasionada, desde luego, porque el flamenco es así y nos apasiona hasta perder la perspectiva a quienes lo amamos..., pero no pasa de ser una minoría.

Y en relación con los padres, el interés en que sus hijos conozcan el flamenco en las escuelas tampoco parece que sea una cuestión sobresaliente. Son las AMPAS las que se ocupan de apoyar las actividades extraescolares en los colegios; no existen datos estadísticos para saber el interés real de los padres sobre esta cuestión, aunque podemos deducirlo de la actitud general de la sociedad.

Conviene recordar que, en un tiempo, se llegó a plantear  la opción de crear para el flamenco una asignatura específica para los escolares, con un programa y con exámenes, aunque, a la vista de las muchas dificultades que planteaba, esa opción decayó pronto.

La Consejería de Educación ha defendido siempre la inclusión del flamenco como materia curricular, pero no como una asignatura estable con exámenes. El flamenco, pues,  formará parte de los contenidos de Música, de Lengua y Literatura, de Educación Física, de Matemáticas, etc. Y son los centros los que tienen que potenciar y desarrollar proyectos o programas en los que participen sus profesores con propuestas comunes para todo el centro.  Esto es lo que establece el Decreto de mayo de 2014.

El flamenco es un universo tan complejo y transversal que se presentarían muchos problemas para crear una asignatura específica.  El flamenco hay que verlo y oirlo, vivirlo en directo, practicarlo... Además, es un arte que lo mismo participa de la música que de la danza, que de la historia, que de la sociología...
Entre los maestros  también es mayoritaria la opinión en contra de convertirlo en asignatura. La mayoría de ellos lo ven como una actividad extraescolar, como una materia interdisciplinar a la que habría que dar una mayor o menor presencia, sí, pero no como una asignatura.

Si se les consultara a los padres, seguramente muchos dirían:  ¿Y por qué no formar a los niños en educación vial y prepararlos para que sepan conducir? .. ¿o por qué no enseñarles los fundamentos esenciales de la economía, en un mundo que se mueve a impulsos de valores económicos?... ¿o por qué no orientarlos en las técnicas de la comunicación ...?

Vamos a dar un somero repaso a la legislación educativa.
Los primeros pasos los encontramos en un decreto de 1984, que aprobaba el desarrollo del temario para los colegios sobre la Cultura Andaluza. Ahí ya, había temas y orientaciones referidos al cante y al baile andaluz,  a su acompañamiento musical y a la copla andaluza.

Más recientemente, coincidiendo con el nuevo Estatuto de 2007, se publicó la Ley de Educación de Andalucía, que debía contemplar ya el cumplimiento del artículo 68 sobre "conocimiento, conservación, investigación... etc. del citado Estatuto.

La norma que está funcionando ahora y que ha creado un escenario nuevo es el Decreto de mayo de 2014... Repasemos someramente lo más destacado de esta norma...
Esta norma, que regula la inclusión del flamenco en el sistema educativo, ha sido fundamental para reactivar la integración. Se puede hablar de un antes y un después del Decreto de 2014.

Lo fundamental es que el flamenco queda reconocido en él  como una cultura autóctona que hay que poner en valor;  que esa acción abarcará la educación infantil, la secundaria y el bachillerato  y que se integrará de forma horizontal en todas las materias.

Voy a detallar varios puntos de interés que establece el Decreto

Uno es la  creación de un Portal Educativo web específico para ayudar en la elaboración de materiales didácticos y para recepcionar proyectos educativos y materiales que puedan presentar los profesores.
¿Qué balance de uso tiene ese Portal, dos años después de su puesta en marcha?. Pues ha registrado más de 30.000 visitas, básicamente de profesores, visitas destinadas a conocer todo lo publicado o difundido en torno al flamenco.

Otro punto de interés es la creación de los Premios anuales 'Flamenco en el aula' para los creadores de materiales y recursos didácticos y para reconocer las buenas prácticas y experiencias en las aulas.

En los cursos precedentes se han presentado unos 30 proyectos anuales.  A la primera convocatoria del programa "Vivir y sentir el flamenco", que finalizó en septiembre pasado, se presentaron proyectos de 34 centros.

Lo esencial es que hay interés compartido, que se está reactivando desde la Consejería el objetivo de insertar el flamenco en las aulas y que más profesores se van interesando por esta materia. Los números vienen a decir esto, en términos generales: que se va remando en esa dirección.

demás, la Orden de 2014  establece ayudas para los profesores que acometen proyectos de investigación o para la elaboración de materiales curriculares y recursos didácticos.

Es claro que el Decreto abre un espacio de juego amplio y ambicioso, que regula con amplitud y discrecionalidad la presencia del flamenco en las aulas; otra cosa será el tiempo necesario para implantarlo, que dependerá de una serie de factores bien diversos, como estamos viendo. 

El flamenco tiene que ser incluido en los proyectos educativos de los Centros Escolares, dice el Decreto.

Bien;  el objetivo es claro. Y será sencillo de cumplir, a condición de que se va dotando al programa de inversión suficiente y de profesores capacitados en los Centros.

El riesgo está  en que esa incorporación al sistema educativo puede quedar reducida a la mínima expresión en aquéllos Centros escolares donde no se invierta y en los que no haya profesores preparados. ¡Y los Centros escolares andaluces donde se da esta doble situación son la inmensa mayoría!

Otra cuestión. ¿Qué pasa en los centros donde no se elaboran proyectos ni hay profesores formados o con interés por el flamenco?

Hoy por hoy, esta es la situación en la que se encuentra la mayoría de los colegios de nuestra Comunidad. No hay estadísticas del conjunto de Andalucía que nos digan en cuántos centros se celebraron actividades relacionadas con el flamenco y en cuáles no en los cursos pasados, pero, seguramente, en la mayoría de ellos no se celebró ninguna.

¿Qué está haciendo la Consejería por ahora? Pues trabajando para superar esa situación, aunque a nadie se le escapa que meter el flamenco en 4.900 colegios e institutos, con las carencias que hay que superar, no es una tarea de un curso ni de dos ni de tres...

Por ahora, lo que viene realizando  es concentrar los esfuerzos de presencia de actividades flamencas en dos fechas muy señaladas, como son el 28 de febrero, Día de Andalucía, y el 16 de noviembre, Día del Flamenco... Y tratando de ampliar esa presencia con actividades extraescolares y complementarias durante el resto del curso, con convocatorias culturales y eventos similares.

Pero es obvio que para conseguir el objetivo final harán falta todas las manos. Ya desde este año, los centros pueden desarrollar el programa "Vivir y sentir el Flamenco".

En todo caso, a nuestros niños disponen de otras opciones de enseñanza privada para aprender flamenco. Las Peñas suelen tener sus propias academias de aprendizaje del cante, el toque y el baile; muchos artistas y aficionados también tienen academias que se dedican a esto mismo; en los colegios públicos, algunos profesores llevan a las aulas, por su cuenta y vocación, sus métodos para iniciar a los niños en el Flamenco...

La Fundación Cristina Heeren es un ejemplo formidable para la formación de artistas flamencos... Las cátedras de Flamenco de las Universidades andaluzas también ayudan...

¿A qué aspiramos los amantes de la cultura flamenca, en definitiva?

Pues a que se consolide una presencia más constante de las manifestaciones de esa cultura en los colegios.., que se familiarice a nuestros niños, a nuestros chicos con  la riqueza de nuestra cultura flamenca en  las edades en las que se suelen generar las primeras aficiones. De lo que se trata, para la inmensa mayoría de los escolares, no es de formar cantaores, tocaores, bailaores ni palmeros, sino de que vivan y aprendan en toda su extensión el flamenco como CULTURA, cultura con mayúscula;  de que participen y que aprecien el enorme bagaje cultural que tiene este arte.

¿Por qué? Pues porque, como reconocía el entonces presidente de la Junta en 2010, José Antonio Griñán, cuando la Declaración de la UNESCO, el flamenco es "el elemento más internacional de la cultura andaluza. y una de las más poderosas ventanas culturales de Andalucía y de España al mundo".

En 2011, el gobierno, a propuesta de la Junta, incorporó la especialidad de Flamenco en las Enseñanzas Artísticas Superiores de Grado en Música, lo cual supuso para el flamenco alcanzar el máximo grado académico.
En el Conservatorio Superior de Música de Córdoba se estudia el grado superior, cuatro años, de Guitarra flamenca, Cante y Flamencología.

Invariablemente, la enseñanza da sus frutos... De la enseñanza podemos esperar siempre que potencie la cultura y nos haga personas más plenas y formadas. 

Les referiré el caso de Huelva, que es el que mejor conozco porque soy de allí...

El panorama flamenco actual de Huelva es el resultado de la educación, de la enseñanza. Huelva, que nunca tuvo abundancia de profesionales del flamenco,  presenta ahora mismo un plantel de una veintena de artistas de primera fila, entre cante, baile y toque, que han salido de las academias y las escuelas de las peñas, de maestros particulares, de artistas que dan clases y enseñan, de los concursos infantiles...

Desde mediados de los 70 para acá, centenas de niños y niñas han recibido clases de cante, de baile ó  de toque. Comenzando por lo más sencillo de aprender, por el fandango, por el compás... y desde esas plataformas básicas fueron aprendiendo más cosas.., fueron incursionando en la riqueza del flamenco..., aprendiendo otros palos... Así, jugando, como una diversión fueron enamorándose del flamenco, perfeccionando sus conocimientos...

Por el aprendizaje en las academias pasaron Arcángel, Argentina, Jeromo Segura, Guillermo Cano, Rocío Márquez, Sebastián Cruz, Jesús Corbacho, Antonio El Choro, María Canea, José Luis Rodríguez, Juan Carlos Romero, Joaquín Brito, Paco Cruzado, Alvaro Mora...

Hoy, Huelva presenta la más amplia y mejor generación de artistas que ha tenido en toda su historia flamenca... La educación ha sido la clave, y sigue siendo la clave de ese florecimiento.

Voy a mencionar algunos proyectos creados por profesores para desarrollarlos en las escuelas. Son iniciativas con  herramientas y métodos aplicables para todas las edades escolares. Un vistazo a internet nos da idea de proyectos que ya se han experimentado en las aulas. Por ejemplo, para primaria:

* "Flamenco en primaria", de Benjamín Perez Díaz
* "Flamenco kids", de Teresa del Pozo y José Luis Montón
* La enciclopedia "Flamenco de la A a la Z", de Faustino Núñez y José Manuel Gamboa,
* "Tirititrán", de Gracia Molina y sus compañeros.
* "El flamenco en el aula", de Paula Uñón, Nuria Reyes, Manuel Pérez y Miguel Estepa, de 2001.
* "Materiales curriculares para el flamenco", de Calixto Sánchez, José Luis Navarro y Caty León.
* "Gerundino, un viaje  a través del flamenco", una historia en comic de Fernando González-Caballos.... y otras muchas.

Y de proyectos más recientes, podemos referirnos a la decena de los que se presentaron en el curso 2014-2015, nada más salir la convocatoria de la Consejería. Son proyectos que vinculan al flamenco en las aulas con otras disciplinas como el inglés, las nuevas tecnologías o la coeducación.

Voy a enunciar esos diez proyectos para hacernos una idea general de las propuestas, de la imaginación que le han echado sus autores  y de la gran variedad de temáticas  utilizadas:
*  Flamenco y coeducación, del profesor Miguel López, del colegio Virgen del Rosario de Totalán, de Málaga; un proyecto titulado "Masculinidad y feminidad patriarcal desde La Jabera como proyecto integrador" para avanzar en la conciencia igualitaria..

* Flamenco 'in English', proyecto de Mar Gallego en el Instituto Inmaculada Viera de Sevilla; titulado "Una experiencia en la aplicación de las nuevas tecnologías en la enseñanza del inglés", en el que el flamenco fue el cebo; se leen textos en inglés sobre flamenco; se traduce al inglés el Zorongo de Federico García Lorca.

* Flamenco y didáctica, de la profesora Carmen Pulpón en el instituto Fernando Savater de Jerez; alumnos y profesores elaboraron una guía didáctica bilingüe para visitantes extranjeros del Centro Andaluz de Flamenco.

* Flamenco en las ondas, del Colegio Miguel Rueda de Paradas, Sevilla. Un proyecto consistente en la grabación de un programa de radio dedicados a artistas como Miguel Vargas o La Niña de los Peines para alumnos de 5º y 6º de primaria.

* Flamenco en la red, de la profesora Reyes Barea del colegio Cerro Alto de Espartinas, Sevilla.
El proyecto es un blog en el que se informa de todo lo relacionado con el flamenco y que se actualiza permanentemente (se trata de publicaciones, discos, noticias, etc.)
* Flamenco y literatura, que puso en marcha el profesor José David Triguero en el Instituto Rosaleda de Málaga. Es un montaje de una obra de teatro en la que se muestran a los escolares las raíces y el significado del flamenco, teniendo a Lorca como hilo conductor de esa relación... En otros colegios de Alcalá de Guadaíra y de El Manantial, de Sevilla, también se trata esa relación entre flamenco y literatura a partir de Federico.

*  Flamenco y lengua, del maestro Francisco Garrido, en Arcos de la Frontera, que en las clases de música procura que los niños canten fandangos, sevillanas o tanguillos y les hace dictados sobre los cantes que escuchan en las clases.  

* Flamenco y Educación Física, del profesor Francisco Javier Vázquez, del colegio Miguel Rueda de Paradas. Es un programa que relaciona flamenco y actividad física, como una carrera en la que utiliza contenidos de matemáticas y lengua y otros.

*  Flamenco y ritmo, de Juan Pedro Escudero, en un Instituto  de Campanario, en Badajoz. Es un proyecto dirigido a alumnos de 3º de ESO, en el que escuchan y analizan cantes, toques y bailes.

* Y  el décimo: Flamenco y videojuegos, un proyecto multimedia e interactivo en el que hay un personaje, que es Mos en Flamoslandia, que en su viaje va descubriendo la cultura flamenca (los palos, la historia, los artistas flamencos) de forma amena para los escolares.

Termino ya...

Y lo hago con un manojo de inquietudes que ojalá el tiempo demuestre que eran infundadas... Dada la complejidad de la materia y la falta de unanimidades que hay en todos los órdenes en torno al flamenco.., si no se dota al proyecto para su inserción en la escuela de más medios y de profesores preparados para enseñarlo..; si no se ponen objetivos realistas y plazos para conseguirlo..; si alguna de las partes de la comunidad educativa deja de tener fe en que es posible esparcir con intensidad la cultura flamenca entre nuestra gente más joven..., entonces el flamenco quedará relegado en la escuela andaluza a ser una cultura de trato ocasional y una actividad extraescolar esporádica y anecdótica.  

Con todo lo dicho y todos los argumentos que hemos puesto sobre la mesa, vemos que, hoy por hoy,  el tema "Flamenco en la escuela" es un debate abierto. Hay voluntad, hay materiales didácticos, hay disposición positiva en general... Pero quedan cuestiones abiertas que necesitan respuestas para mejorar:  

* ¿Es suficiente la presencia y el trato que se da al flamenco en la escuela?

* ¿Hay perspectivas de que en un futuro próximo se vayan formando profesores en cantidad suficiente para que puedan impartir la enseñanza del flamenco en todos los colegios e institutos andaluces?

* ¿Podría establecerse una relación más  estrecha entre las Peñas y los colegios para colaborar en esas enseñanzas, modificando las limitaciones de titulación que existen actualmente?

* ¿Nos conformamos con lo que hay ... o deberíamos repensar la situación con ánimo de intensificarla y mejorarla?

Como cuestión abierta, ahí lo dejo para la reflexión o para el debate.   







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