Buen concierto el de Arcangel y Dani de Morón en la XXVII Semana Cultural Flamenca de Paradas, dedicada este año al querido compañero y amigo Manuel Curao.
Concierto del tirón, sin palmeros ni descanso ni pretextos (como eso que hacen otros de hablar un rato entre cante y cante para recuperar el resuello) ni más ná que voz y guitarra desnudas. Hora y media de cante y toque de primer nivel. Escuchamos a un Arcángel maduro que afronta el cante sin atajos ni alivios, arriesgando, con un repertorio escogido y diverso y dando los veinte reales del duro: flamenco de ley el suyo. Y a un Dani de Morón que ha situado ya la guitarra flamenca a bastante distancia del presente.
El recital de Paradas nos dejó reflexiones muy interesantes. La primera, que Arcángel en el cante y Dani en el toque son dos grandes; la segunda, que representan el flamenco de este tiempo, el de una gente joven que viene enraizada desde la tradición, pero que lo practica como corresponde a su visión de este arte y de la vida en general, en un tiempo nuevo que -se quiera o no- tiene entidad propia; la tercera, que los preocupados por el futuro del flamenco pueden estar tranquilos mientras tengamos el nivel de estos artistas; la cuarta, que son profesionales, porque el amateurismo romántico se acabó, y eso comporta maneras distintas de ver el flamenco, de practicarlo y de vivirlo; y la quinta (por no seguir argumentando) que estos dos chicos son bandera de una generación muy preparada, a la que sirven como referente liderando sin complejos un arte tan hermoso e inefable como es el flamenco. ¡Gloria para ellos!
1 comentario:
Gloria, sí ||
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